¿Puede nacer sordo mi bebe?
El problema auditivo conocido como sordera puede producirse de dos maneras: puede adquirirse por diferentes vías (exposición a sonidos fuertes, traumatismos, infecciones que provocan sordera, etc.) o de forma congénita, cuando el niño nace sordo.
En la sordera congénita, el niño desarrolla la discapacidad aún en el vientre materno. Puede producirse por el uso de medicamentos que dañan las células del oído por parte de la mujer embarazada durante el embarazo; por enfermedades que causan sordera adquiridas durante el embarazo; o por una causa hereditaria.
Ciertos acontecimientos durante o poco después del nacimiento también pueden provocar sordera en el niño, como la exposición a la radiación, problemas en el parto como la falta de oxígeno o infecciones hospitalarias.
El 50% de los casos de sordera congénita tienen una causa genética. No se puede prevenir la pérdida de audición congénita cuando la causa es genética. Pero hay una manera de prevenirlo cuando la causa es diferente.
Enfermedades adquiridas por la mujer embarazada que pueden provocar sordera congénita en el recién nacido
Si no hay antecedentes genéticos de sordera en la familia (principalmente en la madre y el padre), hay formas de prevenir la sordera congénita. Las otras formas en que puede producirse la sordera congénita son las enfermedades infecciosas que una mujer embarazada puede adquirir durante el embarazo, y estas enfermedades pueden prevenirse.
– Rubéola congénita
La rubéola congénita es una enfermedad infecciosa y es la causa más frecuente de sordera congénita. En este caso, el feto contrae la infección aún en el útero. La infección provoca interferencias y alteraciones en la formación del feto, como órganos y tejidos. También provoca problemas de visión y audición, que pueden llevar a la sordera. Al tratarse de una enfermedad infecciosa, sólo se previene evitando el contacto con personas infectadas por la rubeola, principalmente en el primer trimestre del embarazo, periodo en el que la infección tiene más poder para interferir en el crecimiento del feto.
– Toxoplasmosis congénita
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un protozoo que suele encontrarse en las heces de los animales felinos. Una mujer embarazada puede adquirir esta enfermedad al entrar en contacto con el parásito, por lo que es habitual evitar el contacto con los gatos durante el embarazo, aunque las mascotas no son las únicas que pueden albergar el parásito. Los propios humanos u otros animales también pueden albergar el parásito de la toxoplasmosis. Puede adquirirse por el consumo de alimentos contaminados, sobre todo de carne cruda o poco cocinada. La toxoplasmosis se transmite a través de la placenta y hay un 30% de posibilidades de que la infección se transmita de la madre al niño. Además de la sordera congénita, la toxoplasmosis también puede causar problemas neurológicos y de visión en el niño.
– Enfermedades e infecciones de transmisión sexual
Las enfermedades e infecciones de transmisión sexual también pueden ser la causa de la sordera congénita. Los más comunes son: la sífilis, el herpes y el SIDA. En el caso de una mujer embarazada infectada de sífilis, todavía existen formas de tratamiento para reducir la posibilidad de que el feto contraiga la enfermedad, que tiene un efecto tardío en el niño, y puede causar sordera cuando tiene dos años, en promedio; por eso es importante el seguimiento médico durante el embarazo. El herpes, adquirido por contacto sexual, puede transmitirse al bebé en el momento del parto y puede causar sordera congénita. Un virus del mismo grupo que el herpes, llamado citomegalovirus (CMV), también puede causar sordera y problemas más graves, como retraso mental y sordera de aparición tardía en el niño. El sida también puede transmitirse durante el parto y puede causar sordera, pero hoy en día existen tratamientos que reducen el riesgo de infección del bebé.
Pretratamiento y prevención
En los casos de causas genéticas, la sordera congénita no se puede prevenir realmente. Pero en los casos de enfermedades infecciosas, hay formas de prevenir o al menos contener la infección para que el niño no se infecte durante el embarazo o en el momento del parto.
- La atención médica durante el embarazo es muy importante. La atención prenatal adecuada con un profesional sanitario cualificado, como un ginecólogo/obstetra, es el primer paso para prevenir no sólo la sordera, sino también muchos otros problemas que pueden surgir durante el embarazo.
- Es durante la atención prenatal cuando la mujer embarazada puede saber si existe algún riesgo para el bebé, y si lo hay, se le informa de cómo se puede tratar el riesgo, como en los casos de infección por enfermedades e infecciones de transmisión sexual.
- Evite comer carne cruda y poco cocinada; evite el contacto con gatos que puedan estar infectados o sean huéspedes del parásito; lave bien los alimentos, como las frutas, las verduras y las legumbres, ya que existe el riesgo de infección por toxoplasmosis.
- Si hay relaciones sexuales, se recomienda siempre protegerse con el uso de preservativos, para prevenir enfermedades e infecciones de transmisión sexual.
- No comparta jeringuillas o materiales punzantes que puedan estar infectados.